martes, agosto 14, 2007

RECUERDOS

Cierro los ojos. Intento evocar algún recuerdo que me haga sentir bien, sé que estoy frunciendo el ceño, no es tan fácil como pensaba.
Voy buscando en el pasado una de esas tardes de risas infinitas, de un café en cualquier terraza, un encuentro inesperado...

Abro los ojos y suspiro. Me siento frágil y vulnerable, recuerdo el post de Haruko, qué gran ventaja si de verdad pudiéramos llevar esas etiquetas, o tal vez sólo servirían para que los cobardes hicieran más daño.
Tengo que volver a intentarlo, nunca me ha gustado volver al pasado pero necesito encontrar aquél momento en el que me sentí segura, en el que no me cuestionaba ni juzgaba con tanta dureza, tal vez si consigo llegar hasta él pueda reconstruir lo que los últimos acontecimientos destruyeron.

Cierro los ojos. Recuerdo estar en la playa sentada en la orilla junto a O, hablábamos de cualquier cosa, la conversación no tenía importancia pero el hecho de que existiera era lo que me hacía sentir bien. Habíamos estado enfadadas, ella había dicho algo sobre mi, había sido injusta y durante días quise castigarla con mi indiferencia, buscó la forma de acercarse y una vez conseguido pidió perdón. Teníamos 16 o 17 años, ella ha seguido haciendo lo mismo, pide perdón cuando ya sabe que se lo vas a dar, O nunca apuesta sin la certeza de que va a ganar, lo que no sabe es que yo manipulo las fichas para que no pueda perder, al menos conmigo.

Abro los ojos. El perdón puede ser una buena forma de empezar a reconstruir mi seguridad pero es mucho más complicado hacer las paces conmigo misma, tendré que utilizar la técnica de O sólo que para mi no existen las mismas trampas.

Cierro los ojos. Estoy corriendo, no para de llover, me sigue T, él también corre, yo no puedo parar de reír, las sandalias de tacón me impiden avanzar y resulta ridículo vernos intentar llegar a cubierto, ya no se puede estar más mojado, para que apresurarse. Llegamos al hotel donde nos alojamos y seguimos inmersos en nuestro ataque de risa, T saca un clinex y en una escena demasiado cómica para ser real intenta secarse la cara, yo mojo el trozo de falda que ha sobrevivido para unificar el recién estrenado verde oscuro de la misma. Entramos y hay un baile con orquesta incluida, los planes de pasar desapercibidos no han resultado, nuestras risas siguen escuchándose en el recuerdo.

Abro los ojos. Todavía me siento mojada y sé que hay una sonrisa dibujada en mi cara.

Cierro los ojos. Esta vez me quedo dormida y mis sueños prometen ser lo mejor de mi presente.

4 comentarios:

Arcángel Mirón dijo...

Y pronto esos sueños de futuro serán presente, iremediablemente.
Hay que sacar fuerzas de donde sea para estar bien. Si debemos recurrir al pasado, que así sea.

alakazaam! dijo...

parpadea muy rápido y quédate con lo bueno, presente o pasado, real o imaginado.Es tuyo

freeway_flyer, EUSKADI. dijo...

A mi me gusta recordar amenudo buenos moemntos, yo pensaba que era un nostálgico, pero al leer este post me he sentido bastante identificado con las razones que argumentas, me pasa algo de esto. gracias por tu visita en mi blog, ahora me voy unos dias de vacaciones, pero espero volver a leerte cuando vuelva, un abrazo y nos leemos.

Melpómene dijo...

A mí también me has hecho sonreír. Ánimo, que a veces nos olvidamos de quienes somos y no sabemos cómo recordárnoslo, pero salta el resorte cuando menos lo esperas. Un besillo