lunes, enero 11, 2010

Reality Bites



Estábamos sentados en la terraza de aquel local, era verano y hacía calor así que no fuimos los únicos que decidimos pasar la tarde mirando al infinito con un café en las manos tratando de ignorar el jaleo que formaban los de las otras mesas, porque siempre son los de las otras mesas, nunca nosotros.

Tú estabas ojeando el periódico del día, te gusta saber qué pasa por el mundo, a mi el mundo me preocupa lo mismo que le preocupo yo a él, siempre he sido un poco “pues si tu no me quieres yo tampoco te quiero” y justo cuando te estaba juzgando secretamente, decidiendo si tu interés era real o era una de esas cosas que a veces se hacen porque quedan bien, porque dan un aire de formalidad a quien las ejecuta como quien anota en una agenda sus citas o los que guardan todos los tickets con sus gastos y después los revisan, sonó mi movil.

Tú no te diste cuenta, lo tenía en silencio encima de la mesa y vi el parpadeo, acerqué la vista para identificar al llamante y cuando lei tu nombre me quede perpleja. Ahi estabas y yo no sabia si responder o no, te observé tratando de entender qué clase de dimensión extraña habías visitado pero no había nada que delatara tu ausencia, ni mirada perdida ni apariencia estática, tus ojos seguían las frases de la noticia que leías, estabas ahí bordando tu actuación “hombre que lee periódico en tarde soleada” (porque al final sentencié que no era un interés real y lo que hacías era actuar) así que lo mismo estabas atrapado en algún agujero del tiempo y lo que yo quise entender como un desdoblamiento era algo mucho más grave… puede que estuvieras llamando desde el futuro para alertarnos de algo importante, quien sabe si relacionado con lo que habías leído.

Pero si alterar lo que se supone que va a pasar en un futuro puede traer trágicas consecuencias (lo decía Michael j.Fox en Regreso al Futuro) no estaba bien que yo descolgara e inflingiera las normas del destino y todo lo demás… por otro lado eso es algo que tú también sabías y aún así ahí estabas tratando de comunicarte conmigo… ya te estaba descolgando cuando paro de sonar.

Y allí me quedé con cara de decepción, sabiendo algo que tu no sabías pero que tu otro yo sí, ahora los tres colgábamos de nuestro destino, quien sabe si un camión volcado en la carretera, una explosión de gas, un incendio en el coche…

Nos fuimos unos minutos después, tú sacaste el movil de tu bolsillo mientras nos acercábamos al coche y dijiste

- Se me ha vuelto a desbloquear… el próximo lo compro con tapa, se pulsa el de rellamada solo…

Así que el misterio se resolvió y su resolución fue decepcionante, como cuando te explican el truco que utiliza un mago y ya no hay nada de especial en él e incluso sientes que es un farsante y te cae mal de manera inconsciente, lo mismo.

Más tarde pensé que al menos, durante unos segundos, sentada en la terraza aquel día soleado hubo magia y por si acaso no te pregunté si era yo quien estaba en rellamada.

viernes, enero 01, 2010

QUE NO CUNDA EL PANICO


Porque todos de vez en cuando tenemos nuestras crisis...la crisis según Albert Einstein:

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla."