lunes, abril 05, 2010

Silogismos

No quiero mentirte, no significas nada para mí, la verdad es que sólo pretendo utilizarte para sentirme menos desesperada los días en los que reúno optimismo suficiente para pensar que otro puede hacerme sentir algo parecido a sentir.

Para alguna noche en la que quiero compartir mi cama, no porque me atraigas físicamente que no lo haces, sino porque hay veces que el cuerpo necesita recibir alguna caricia más íntima que otra.

No te va a doler, a mi sí, porque seré más consciente de lo que ya no tengo, porque tu cuerpo no es el suyo, ni tu olor el mismo, ni besas igual, ni quiero que lo hagas.
Y te irás y me prometeré a mi misma que no volveré a llamarte, que no pasara más, que solo me recuerdas lo triste que me siento, que eres una sombra desdibujada de lo que tuve.

Y si supieras… criticarías mi actitud, puede que incluso me tacharas de zorra, de algo peor, tendrías tu parte de razón, al fin y al cabo me importan bien poco tus sentimientos y aunque no quiero hacerte daño estoy segura de que te voy lo voy a hacer y aunque a mi también me duela sé que seguiré.

Durará poco, seguramente lo sospeches todo, lo más probable es que no me creas cuando te digo que tengo superada mi ruptura pero vas a estar detrás, paciente, queriendo creer que yo soy especial y pensando que podemos llegar a algo, que es cuestión de tiempo, pero no lo va a ser, yo te diré que tú tenías razón, que no estoy preparada, me dejarás tranquila y en poco tiempo olvidarás todo esto, entenderás que nunca fui para tanto, que por alguna razón siempre nos atraen las almas errantes, las que parece que no tienen nada que perder porque ya lo tienen todo perdido.

Y si te preguntas por qué, estabas en el sitio adecuado en el momento menos indicado.