jueves, septiembre 25, 2008

Colisiones




El día de hoy podría ser fusilado directamente, que le corten la cabeza o que se desintegre, me da igual.
Me he levantado a las 06.30, una hora antes de lo que debía y eso ha sido gracias al tanto que me han anotado en esa partida que no tenía claro si quería jugar y en la que por lo visto además de participar parece que estoy empezando a perder, he tratado de volver a dormir ya que una hora más despierta en esas condiciones no resulta buena idea… Sin embargo mis neuronas no estaban de acuerdo y a pesar de mis intentos desesperados por no activar los dos hemisferios de mi cerebro finalmente he decidido levantarme para al menos controlar minimamente la insurrección cerebral.


Nuevo chupóptero en mi vida?? No, por Dios… si al menos pudiera comprar los zapatos que vi el sábado en aquel escaparate con Haruko… pero mi negatividad ha llegado hasta el saldo de mi cuenta bancaria que este mes ha decidido sumarse a la crisis mundial y no dejarme superar el 1-0 de mi marcador emocional.

Y ahora que no tengo ningún plan b para no sentirme tan triste en este recién estrenado otoño empiezo a pensar que no sería mala idea que ese acelerador de partículas o Gran Colisionador de Hadrones creara el agujero negro al que tanto temen y me perdiera dentro, al menos así nadie vería la cara de perdedora que llevo, al menos en la inmensidad de la nada pasarían inadvertidos los sacos de decepción que cargo a mis espaldas.

viernes, septiembre 12, 2008



Antes se me daba mejor, puede que fuera porque no estaba pendiente de las tácticas del adversario o de las mías propias, me dejaba llevar por la partida anotándome tantos sin esfuerzo, se me daba bien sí.

Tras varias salidas airosas me vi envuelta en la peor de las competiciones, las de primera división, de esas en la que apuestas cosas que no sabías que tenías pero que al perderlas resultan vitales para seguir en pie.

Jugué y me defendí como un gato panza arriba pero al final mi contrincante resultó ganador, se alejó con su trofeo al mismo tiempo en el que yo entendía lo que era una derrota en la liga profesional.

Hace ya un año que abandoné la competición por las lesiones que aquello ocasionó, durante ese periodo he participado en pequeñas partidas furtivas en las no hay más que un round, nada que perder y el vago recuerdo de lo que un día fue tomar parte.

Me dijeron que mi retirada era además de comprensible, necesaria, así que me dediqué a purgar mi derrota a golpe de cleneex, amigos, fiesta y cuando el dolor fue remitiendo de consumismo arbitrario de ropa, zapatos y complementos varios.

Ya no soy caballito blanco y me pregunto si ahora que tengo licencia para participar estoy preparada para perder en el que un día fue mi juego favorito.

jueves, septiembre 04, 2008

Tabú


No quiero escuchar que todo tiene un final antes de ver el principio, no quiero que me digan que ya esta escrito, no quiero oír hablar de realismo, de rutinas, del pasado, de engaños, de desconfianzas, de miedos, no son necesarias las trincheras si no hay ataques, que no me intenten convencer de que lo bueno se acaba, de que las cosas cambian, de que nada es eterno y que la felicidad se termina

Si mañana hay que llorar ya me compraré cleneex, si ataca la desesperación ya me abrazaré a mis amigas, si me decepciono ya buscaré consuelo, si me deprimo ya me recetaran prozack pero hoy si no os importa que nadie me hable de objetividad, que ya sabemos cómo son las cosas y por una vez quiero ignorarlas.



Que no quiero creer que acabaré aburrida de comer lentejas.

lunes, septiembre 01, 2008

Tiempos


Las vacaciones han terminado definitivamente. Mis dos últimas semanas ya se han esfumado y hoy 1 de Septiembre empiezo de nuevo en la oficina prometiéndome a mi misma no dejarme llevar por la crisis post vacacional tan temida a mi alrededor

Como todos mis ingresos se han perdido con mis excesos veraniegos no voy a poder consolarme con la socorrida técnica de compra compulsiva de zapatos y/o complementos, total, que lo mejor será afrontar que de todas formas mi físico no habría podido aguantar una semana más a este ritmo y que ya iba necesitando descansar para ver si consigo regenerar parte de mis neuronas y reconquistar mi cordura habitual de los tiempos pre rotura de corazón

Así que hoy en vez de lamentarme por estar de vuelta voy a celebrar que el verano ha sido perfecto, que por fin he bailado sobre la tumba del espectro del chupóptero, que ya he dado la vuelta completa a mi reloj emocional y vuelvo a la hora señalada, con el ritmo correcto para no llegar demasiado pronto o demasiado tarde al sitio adecuado, ese en el que no hace falta cerrar los ojos para encontrar la tranquilidad.