Últimamente,me siento como en un escenario.No es que sienta que el público,calificado como tal,estudie mis movimientos ni escuche lo poco o mucho que en mi estado como marioneta pueda decir.Es más saber que alguien se empeñó algún día hace ya mucho tiempo y sin que yo lo sintiese físicamente,adjudicarme unos cuantos hilos y moverlos a su merced.Yo soy consciente del momento en el que me encuentro,pero no puedo hacer nada,porque fueron tantos hilos los que me impusieron,que llegó un momento en el que sentí que mis pies no tocaban la tierra,y fué en ese momento cuando tomé conciencia de mi nueva forma de vida.Poco a poco,mientras el tiempo transcurría y Bambú se unió a mi estado(o yo a ella,nunca se sabe quién,qúe o cuándo), los responsables de mis hilos se fueron cansando,porque al público ya no le hacía gracia,ya no le parecía novedoso o interesante;ellos me decepcionaron y yo les decepcioné a ellos.Así que un día amanecí un poquito más cerca del suelo,y consciente de que me habían cortado algún que otro hilo.
Todos los seres superiores (mental o físicamente a uno en un momento dado,se entiende), dioses,semidioses y criaturas con algo de poder de este mundo,tienen una herramienta con la que trabajar,así que se supone que si se desprenden de ésta dejarán de tenerlo.
A veces sueño que robaré las tijeras brillantes y grandes,cuando apenas me quede un hilo,porque ya tendré más poder de movimiento,y al arrebatárselas me lo cortaré yo misma y volveré de nuevo a tener consciencia de mi ser,de tener los pies sobre la tierra;ya no quedará público porque habrá pasado demasiado tiempo y la función no puede ser tan larga,no debe serlo,porque ésta quema el alma del observador y del observado.Pero no importa que al final de la función esté sola,aún así habrá catarsis,como en un cuento,cuando el ser diminuto gane la guerra completa al gigante,y aunque no oiga aplausos,me vale con el sonido de mis pasos sobre la madera impoluta y correctamente barnizada (como si no hubiese ocurrido ningún caos ahí), saliendo del escenario,con la gran tijera entre mis cansadas manos,que sacaré con la ayuda de Bambú.
Ese día está próximo y yo me preparo a conciencia,aún,a sabiendas de que dolerá,porque aunque sea una marioneta,respiro y sangro más que los que me colgaron aquí.
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