6horas

El pluriempleo no funciona. Podría culparme por haber tenido una de las peores ideas que se me ocurren desde aquella en la que decidí cortarme el flequillo en otra peluquería diferente a la mía de confianza, pero no lo voy a hacer, en cambio voy a compartir mi situación con todo el que quiera leerlo.

Este trabajo consiste en llamar a clientes de una base de datos y ofrecerles una promoción, todo muy simple, muy repetitivo, muy crispante.

Con esta descripción se entiende que aquí no buscan cerebros privilegiados que desarrollen la labor, no, y tampoco buscan estilismos respetables porque todo se hace por teléfono.

A mi lado hay una chica de mediana edad que explica a los clientes la ventajosa promoción incluyendo unos carraspeos muy molestos a cada frase... dolor de garganta? esa fue mi primera opción, de esto hace una semana y media... desechamos dolor, es un tic. Un horrible tic que tengo que escuchar durante 6 horas.

A mi derecha otra compañera, esta es fea, muy fea y yo no soy una persona que critique el físico ajeno así por diversión pero es que esta, además de fea (nótese que es la tercera vez que lo comento) es idiota o lo que es peor, piensa que la idiota soy yo.

Y es que de pronto noto que alguien ha clavado sus ojos en mi, es ella, me giro, le devuelvo la mirada, le digo : dime, me dice: toma, un tlf al que tienes que llamar, yo: ok, gracias, ella: llámale ahora, yo: sí, ahora le llamo, pasan 10seg, noto su mirada otra vez, yo: qué, ella: le has llamado?, yo: Sí, tiene el contestador, ella: ya has hablado con él?, yo: no, he hablado con su contestador, ella: pues ha llamado él, yo: ya, pero ahora tiene el contestador, ella: llámale otra vez porque quería hablar contigo.

Llegada a este punto una sólo puede responder: mira tía fea, puedo entender que no te molestes en dejar de atentar contra el buen gusto porque tu caso es crítico pero de ahí a que seas subnormal y no entiendas el hecho de que no voy a llamar compulsivamente a un cliente al que le he dejado un sms en el contestador… es cuanto menos irritante.

Pero soy educada, la he mirado y le he dicho: gracias por el recado, ya me encargo yo.

Detrás hay otra, esta no es fea y viste más o menos dentro de los parámetros de la decencia en cambio habla con un tono ridículo, mucho, uno pensaría que sufre cierto retraso, pero nada más lejos de la realidad, alarga las frases hasta el infinito y añade un tono nasal que no tiene fuera de su papel de teleoperadora, o sea, muta, nota mental “el sujeto sometido a largas temporadas en este trabajo perfila un estilo atontamiento perjudicial para los oídos”

Yo soy justa así que reconozco que no estoy siendo muy objetiva, mi cansancio repercute directamente en el odio que siento hacia estas pobres compañeras que en realidad ya tienen suficiente con estar aquí por tiempo indefinido, yo ya lo tengo claro, la semana que viene lo dejo, eso o acabo cometiendo un teleoperadorcidio.