lunes, septiembre 10, 2007

(...)


Ayer por la noche en la cama tratando de dormir sonó mi móvil sólo una vez, lo miré pero no reconocí el número así que pensé que eras tú.
Yo estaba pensando en ti como viene siendo habitual, unos minutos antes había llorado y unas horas antes había hablado con Haruko y le había dicho que no entendía porque esto es tan cruel, cómo puede ser que sienta algo así y tenga que olvidarme.

Por un momento pensé que la pesadilla había terminado, que te habías dado cuenta de que también me echas de menos y que como yo, no estas dispuesto a que lo nuestro desaparezca. Quise creer que dejaste sonar el teléfono una vez porque te daba miedo hablar conmigo, por no saber mi reacción, porque aquél día sabes que me hiciste daño y mientras mi cabeza construía todo tipo de teorías yo sentía un alivio enorme dentro de mi, como cuando te duele mucho el estómago, de repente se va y te das cuenta de que has pasado demasiado tiempo padeciéndolo hasta el punto de que no eras consciente de lo mucho que te molestaba, me dije a mi misma que si llamabas no iba dejarme llevar por el orgullo de quien se ve vencedor, lo más importante es, pensé, que ha dado el paso y a partir de ahora todo va a ir bien.

Primero esperé a una segunda llamada, después un mensaje, más tarde te perdoné por no hacer ninguna de esas dos cosas y me dormí pensando que hoy volverías a intentar acercarte. Quise creer que esto ha servido para darme cuenta de lo mucho que me importas y que probablemente me ayude a tomar más en serio mis sentimientos y a no frivolizar con estos temas, definitivamente este mal trago es positivo para los dos, esta es la explicación que encontré para excusar que lo nuestro no haya sido idílico.

Tendrás que perdonarme, intento mantener los pies en la tierra pero a veces resulta demasiado complicado, alguien debió confundirse porque esta mañana lo he comprobado en la factura y ese número no aparecía por ningún lado.

12 comentarios:

Isabel Burriel dijo...

Estar pendiente del teléfono puede ser muy desesperante, confuso. Se mezcla la ansiedad, el agobio, la esperanza.
Un beso grande y ánimoooo.

Javier López Clemente dijo...

No es idílico, nunca lo es.
Es mentira que las reconciliaciones son los mejores momentos de las relaciones -maltido pareado- no es cierto pero es necesario. Aprender a recosntruir es importante pero lo es mucho más destruir lo extrictamente necesario, ni un ladirllo de más, ni una palabra de más, ni una queja de más.

Salu2 Córneos.

botas de agua dijo...

buf, coincido con interrogación, qué agonía bambu... es curioso porque el desamor es una enfermedad que hemos pasado casi todos y cuando lo recuerdas es como el dolor de estómago que describes: sientes un enorme alivio y recuerdas lo mal que lo pasaste. De veras no me gustaría estar ahí. En caso de que sea autobiográfico, muchos ánimos y un abrazo. (Hay un meme para ti)

Bambu dijo...

El móvil perjudica seriamente mi salud la ?, debería estar prohibido en mi situación ;-)

De idílico en mi historia esta claro que no hay nada, hasta el final es de lo más realista Javier.

Botas, mi meme: http://loqueseaes.blogspot.com/2007/08/cadena.html

Por desgracia es completamente autobiografico...

botas de agua dijo...

ok, perdón.... besos!

Mr. TAS dijo...

escribes muy bien...
por lo demás, no opino, sólo desearte suerte!

Recomenzar dijo...

Que bueno excelente escrito
Te dejo abrazos

Batsi dijo...

Si una se lo propono olvida. Y creo que debes comenzar a hacerlo. No debes hacerte daño. No, no debes.

Deja que el tiempo se lleve ese amor. Dejalo en sus manos...

Te abrazo

Arcángel Mirón dijo...

Uno quiero olvidar y pareciera que el universo conspira en nuestra contra.

Pero ya pasará, y el universo conspirará a nuestro favor.

Anónimo dijo...

Me gusta tu forma de empastar las letras.
Por lo demás un abrazo.

Unknown dijo...

Paciencia, aprender a desdramatizar las cosas, hacer muchas actividades que te ayuden a distraerte y a no darle a la lavadora del ático una y otra vez... maneras de sobrevivir a estos malos tragos, vamos. Aunque sea facilísimo decirlo desde fuera.

Ánimos, y piensa que al final, siempre, lo que tenga que ser, será, y lo que no, no valía la pena.

Bambu dijo...

Gracias a todos!;-)