Ha sonado el despertador y me he planteado seriamente morirme pero como para eso antes tengo que despertarme del todo y planear cómo hacerlo al final he optado por ducharme que al menos no requiere utilizar el cerebro más que para sincronizar los movimientos necesarios.Por el pasillo, camino hacia el baño, he realizado toda clase de equilibrios intentando sortear a mis gatos que cada mañana deciden que zig-zagear entre mis piernas mientras yo procuro no tropezar con la mayor parte de mis sentidos en off, es un acto de ternura por su parte.
En la ducha he pensado que todo es una mierda, que otra vez hay que empezar la semana, ir a trabajar, madrugar, dormir, volver a madrugar, trabajar otra vez.
Después de vestirme mis ojos empezaban a abarcar más campo visual, he puesto el café en el microondas, he dado de comer a mis gatos, he tostado el Bimbo y me he sentado con el desayuno a ver el telediario pensando como todas las mañanas que ver lo mal que esta el mundo no es la mejor manera de empezar el día.
A medida que el café iba haciendo su efecto mi desgana vital ha ido descendiendo, he creído asumir que era lunes, mi irritabilidad empezaba a estar dentro de los límites establecidos y he dejado de odiar todo lo que me rodeaba.
He bajado hacia la oficina, en mi mp3 sonaban los planetas:
“quiero que sepas que ya me esperaba que esto ocurriera y que no pasa nada, sólo me da la razón y he estado aprendiendo de cada momento que he estado contigo y pienso aplicar contra mis enemigos tus tácticas sucias de acoso y derribo…”
Ayer mismo Haruko y yo hablábamos del concierto del sábado, tocaron entre muchas otras “segundo premio” y yo le dije a Haruko que la letra de esa canción definía perfectamente mi situación actual, ella me dijo que en realidad esa sería la canción de hace un par de semanas pero que ahora la que de verdad definía mi momento era “pesadilla en el parque de atracciones”, mientras recordaba la conversación la letra sonaba más intensa que nunca
“así que ya sabes que espero que acabes pegándote un tiro cuando veas lo imbécil que has sido cuando veas que lo has hecho fatal…”
Pues también es verdad, “sentado esperando a que llames, rezando por que des una señal”… Malo sería seguir esperándolo y a estas alturas las señales que necesitaba están más que latentes.
Con todos estos pensamientos he llegado al trabajo y a medida que han ido pasando las horas me he reconciliado con el día.
12 comentarios:
Los requisitos de Jota para un buen día incluyen sol por la mañana, levantarse tarde, remolonear en la cama, desayunar en el bar, leer el Marca y no pensar en las niñas... Va a ser porque no soporto el Marca que mi humor no mejora. :P
Con esas condiciones yo también tendría un buen día... incluso me sobran el marca y lo de las niñas, :-D
Yo me conformo con el sol entrando por la ventana, a qué ponerse exigente...
Pareciera que a la mañana nos posee el demonio de la ira. No somos nosotros a esas horas, no podemos serlo.
Me encanta este blog.
Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo despertar...
hasta la vuelta de vacaciones...
La combinación perfecta, dormir, soñar despertar con el sol entrando por la ventana y sobretodo, que sea viernes como hoy! Un beso para todos
...Tú tampoco has tenido puente por lo que veo, eh?...Tú quieres nmorirte por las mañanas Yo a veces quiero matar...en serio¡¡¡
Pues no,no he tenido puente y me parece que somos minoría :-p
Pues mira, la semana pasada yo me hubiera quedado con Desaparecer. Luego, sólo quería escuchar De viaje. El domingo fue Un buen día. Y hoy... Jose y yo.
Reventemos los despertadores.
O soñemos con pesadillas en el parque de atracciones...
Pues aunque sólo había pensado en 'Prefiero bollitos', ahora que te leo me doy cuenta que 'Pesadilla en el parque de atracciones' me vendría al dedillo para una que yo me sé.
Eso sí, yo siempre me quedaré con 'Desorden', por motivos obvios.
Gracias por la visita. Un beso!
Poco a poco cada mañana desde que despertaba, lo que de verdad era ella se extinguía deprisa; y para cuando cogía las llaves para dirigirse hacia la puerta ya había conseguido meterse en el personaje.
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