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- Me gustaría quedarme con el anillo de boda... es una tontería pero me hace ilusión. Aún lo lleva puesto, no es curioso? y eso que llevamos muchos años separados -

Aquellas palabras delataban una secreta satisfacción, la convicción de que tenía razón y al igual que ella él nunca olvidó que estaban hechos el uno para el otro aunque al destino se le hubiera antojado distanciarlos, es lo que pensaba mientras fregaba los platos de la comida.

- Y no fue mal padre, de eso no os podéis quejar, a vosotras nunca os faltó de nada. Era de vida alegre, eso sí, pero malo no lo fue nunca... pobre, quien le iba a decir a él con todo lo que le gustaba moverse que iba a acabar en la cama como un vegetal. No me mires así hija, por mucha pena que nos de esa es la realidad.-

La rabia que sintió desde que supo que había otra mujer en su vida desapareció al saber lo de la enfermedad y más tarde, cuando esa mujer decidió que estar a su lado ya no era tan divertido, se convirtió en compasión, la misma que le empujaba a hablar como si los últimos años no hubieran existido.

- Esa zorra ... ahora ya no da señales de vida, como tu padre ya no puede sacarla a cenar ni llevarla de vacaciones desaparece... desde luego, ya esta bien, tampoco se merece esto, mejor es que se acabe cuanto antes-

Después de más de 10 años separados los platos seguían pagando su nervio al recordar y los frotaba como si quisiera eliminar algo más que los restos de arroz pegado

- Y sigue llevando el anillo de casados... no te olvides de dármelo hija, me gustaría guardarlo a mí.-

La realidad llama a la puerta con insistencia pero hay quien consigue dejar de escuchar sus golpes y vivir en una fantasía no exenta de crudeza pero mucho más edulcorada.

Nadie fue capaz de decirle que la alianza de boda se la quitó al separarse, que la que llevaba era mucho más ancha y visiblemente más nueva que la suya, que la que le vio era regalo de la mujer que lo dejó tirado cuando ya no hubo cenas ni viajes que disfrutar.

El si abrió la puerta a la realidad que de la mano se lo llevó a un mundo en el que no importa quien muere con la verdad y quien sueña con mentiras.